dimanche 16 octobre 2011

los tesoros del señor P

El señor P guarda en un cajón sin cerradura: El sol que tiñe de malva el otoño y el mar de otoño. La mujer que mira el mar mientras se desviste para entrar en el agua. Los ojos de la mujer que mira el mar mientras se desviste y los ojos de toda mujer que alguna vez lo han mirado como ella. En los ojos de toda mujer enamorada hay agua de mar, se dice el señor P, quien recorre el mundo con su gotero mágico atesorando ese liquido precioso en el que navegan mezclados marineros, piratas y soldados; en donde se esconde Avalon con sus nueve hermanas y en donde el señor P rema y rema sobre su botecito de papel y trompitos multicolores. 
El señor P guarda en una jaula sin cerradura: Un globo de papel coloreado que al llenarse de aire corre raudo por la playa (siempre y cuando el viento lo lleve) y que indica el camino a los navegantes, como una brujula sin norte (siempre y cuando los navegantes corran raudos también). El globo del señor P no es de esos que revientan pero sì es de esos a los que hay que emparcharlos de cuando en cuando, con un papel diferente cada vez. Y cuantos mas parches tiene, mas colorido brilla el globo en el cielo y mas navegantes lo siguen, pudiendo volver felizmente a sus casas, donde sus mujeres, luego de haberse bañado en el mar de otoño les prepararan un chocolate caliente y los miraran dormirse entre sus brazos durante la noche.
Y eso también, lo guarda en algún lugar, el señor P. 

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire