lundi 7 novembre 2011

jigsaw falling into place

Mientras caminabas disfrutando el violin que se acurrucaba en tus oidos, mientras olias la noche negra que se acercaba (no sabias si dentro o fuera tuyo), mientras una hoja anaranjada que caìa para siempre del árbol te rozaba la mejilla,  yo me dormia dentro tuyo y me disfrazaba de ojos verdes y tez blanca y algun color de pelo extavagante. Te dejaba que me construyeras suavemente tejiendo mi cabello de violines, llenando mi boca de noche negra, de dentro y de fuera; estampando a cada uno de mis gestos la gravedad de la hoja que cae. Con tus pasos me dibujabas en la oscuridad, para ocultar y tapar el vacìo de los pasos que alguien no ha dado, cuyas palabras ausentes habràn escrito una frase que dormìa bajo tus parpados y que, sin amenazas, parecia esconderse bajo tus ojos para dictarte un camino trunco. 
Pequeño tonto, pequeñito. Ahora sabés que no estoy hecha de violines y que aunque haya caído hace ya un rato  del árbol no tengo la gravedad color anaranjado seco que querés estamparme. Ahora vas a dejar de dibujarme de ojos verdes y me vas a hacer el favor de internarte en esa noche negra -de dentro, o de fuera- y acariciar la oscuridad para encontrar pelos enmarañados, hojas superfluas que juguetean con el viento y alguna que otra mujer que no esté ahí para desandar los pasos que alguien no ha dado ni tejer las palabras, ni borrar la frase que amenazaba con dicarte un camino trunco.
Ahora tenés un jigsaw falling into place. 
Y el vacìo de la pieza faltante es justamente la que completaba el paisaje.   

dimanche 16 octobre 2011

los tesoros del señor P

El señor P guarda en un cajón sin cerradura: El sol que tiñe de malva el otoño y el mar de otoño. La mujer que mira el mar mientras se desviste para entrar en el agua. Los ojos de la mujer que mira el mar mientras se desviste y los ojos de toda mujer que alguna vez lo han mirado como ella. En los ojos de toda mujer enamorada hay agua de mar, se dice el señor P, quien recorre el mundo con su gotero mágico atesorando ese liquido precioso en el que navegan mezclados marineros, piratas y soldados; en donde se esconde Avalon con sus nueve hermanas y en donde el señor P rema y rema sobre su botecito de papel y trompitos multicolores. 
El señor P guarda en una jaula sin cerradura: Un globo de papel coloreado que al llenarse de aire corre raudo por la playa (siempre y cuando el viento lo lleve) y que indica el camino a los navegantes, como una brujula sin norte (siempre y cuando los navegantes corran raudos también). El globo del señor P no es de esos que revientan pero sì es de esos a los que hay que emparcharlos de cuando en cuando, con un papel diferente cada vez. Y cuantos mas parches tiene, mas colorido brilla el globo en el cielo y mas navegantes lo siguen, pudiendo volver felizmente a sus casas, donde sus mujeres, luego de haberse bañado en el mar de otoño les prepararan un chocolate caliente y los miraran dormirse entre sus brazos durante la noche.
Y eso también, lo guarda en algún lugar, el señor P. 

dimanche 18 septembre 2011

resaca for a dream.

Me mirabas, con tus ojos empañados por esa ligera capa de alcohol que suele quedarse un rato mas en la retina, cuando las copas de vino de màs te obligan a hablar con tus verdaderos gestos. Parada en el medio de la bañera, desnuda, me mirabas con tu sonrisa despintada, como pidiendome algo, anhelante y nostalgica. Me preguntabas porqué no habia leìdo tus poemas. Me lo preguntabas tres veces.
Me desperté sobresaltado. De alguna manera tu pregunta no se iba con la vigilia ni con el jabón de la ducha. Una mezcla de sentimientos despintados en tu sonrisa se colgaba de mis tobillos. Y aunque no escribas poemas te seguí viendo, delante mío por un rato, reprochandome y esperando una respuesta, hasta que un perro grande y blanco pasò por la calle. Salí tras él porque amo esos perros y no hay nada mas lindo que seguir sus pasos a través de la ciudad silbando bajito una canción de los beatles.

mercredi 7 septembre 2011

corazon couleur

Abri las ventanas, inflé mi corazòn de colores y lo dejé en el medio del salòn. Un viento raudo lo hizo girar como loco llevandolo a los cuatro rincones de la pieza. Lo dejé saltar y jugar con el viento mientras me dedicaba a otra cosa: enviar correos, ocuparme de los impuestos responder alguna boludez en facebook. Mi corazòn recorria las habitaciones, desde mi cama hasta la cocina. El viento lo enloquecia y lo hacia rodar lejos, lejos. A veces se desinflaba y habia que volver a llenarlo de aire y ahi se echaba a rodar otra vez. A veces una brisa pequeña lo hacia marchar a paso de caracol, como cuando los caracoles no quieren salir de su caparazon y alejan uno a uno sus ojitos del sol. Y mi corazòn de colores podia entonces apreciar cada veta de madera, cada centimetro de alfombra que habia en el camino. Hasta que otro viento raudo lo llene nuevamente de aire y lo lleve lejos, lejos, adonde él quiera dejarse rodar. 

samedi 27 août 2011

the laughing heart-Charles Bukowski.

your life is your life
don’t let it be clubbed into dank submission.
be on the watch.
there are ways out.
there is a light somewhere.
it may not be much light but
it beats the darkness.
be on the watch.
the gods will offer you chances.
know them.
take them.
you can’t beat death but
you can beat death in life, sometimes.
and the more often you learn to do it,
the more light there will be.
your life is your life.
know it while you have it.
you are marvelous
the gods wait to delight
in you.

@Charles Bukowski

lundi 15 août 2011

nudos

Desatarme de qué. Si tan sòlo supiera dònde està el peso de la piedra que me aferra y que retiene mis pies en el mismo lugar. Buscar la cuerda, jugar al perro que rastrea el nudo y dar al fin con la maraña oscura de pensamientos y sentimientos enredados que envenena el agua de mi pececito rojo. Jugar al explorador, partir tras cinco mil pistas sobre el origen del nudo, el porqué el còmo el cuando, las diferentes categorias de nudos: el nudo umbilical, el nudo nunca atado de las zapatillas, el nudo en la garganta, el nudo imposible de deshacer una vez que estàs dentro y el nudo al pedo, de esos que uno se hace sòlo porque tiene ganas y con quién tiene ganas.
Clasificarlo, elaborar teorias de nudo, armar carpetas, dar clases de nudo, proponerse como desanudador practico y quirurgico, creerse desanudador artistico y en vez de desanudar tejer subtilmente veinte nudos mas chiquitos, pero no por eso menos tenaces y caprichosos.
Puede que nunca sepa el peso de la piedra, ni encuentre su nudo. Creo que me voy a ir a sentar por ahi un rato, a mirar pasar las nubes y las chicas al sol. Hay sonrisas que lo desatan a uno, hay ojos que lo desanudan, lo desandan y lo desnudan. Hay pecas y manos que dibujan pececitos en el aire. Hay un camino al lado del mar que me lleva al viejo faro, desde donde se ve la estrella polar, la que hace girar a la tierra en su eje.
Por ahi en algùn momento mis pies se sentiràn mas ligeros y me llevaran donde ahora no me atrevo a ir, el nudo se habrà desatado solito y se habrà ido ofendido por las calles del sur. 
Porque no hay peor cosa que hacerle a un nudo: olvidarse completamente de él.



vendredi 5 août 2011

Archives

El señor vino porque no quería morirse sin recordar como era. Se lo dijo a la archivista. Que quería ver como había sido su esposa, después que su casa se había incendiado, después que ni siquiera una mísera fotografia había escapado de las llamas, las mismas que aún seguían quemando sus cartas durante la noche, cuando ya no podía ni escribir o dibujar el tímido rostro que se le escapaba entre las manos y que él había estado intentando aferrarlo durante tantos años, 70 para ser precisos, de acomodar orejas, sonrisa, ojos atravesados por ejes, mas arriba o mas abajo, pelo rubio pero no, rubio oscuro tirando a castaño, eléctrico en los dias de humedad. Pero sobre todo esa sonrisa. Si hasta los ojos se te sonreían y tus manos hablaban mas que tu boca...
El señor esperaba en su casa porque no quería morirse sin recordar como era. Esperaba que la archivista lo llamase, le dijese "tengo una foto, la foto del vestido rojo, la sola foto que ella vino a sacarse el día en que la declararon francesa". Esperaba en su casa mientras describía en su diario como hablaban sus manos, como podía convertir una sonrisa sincera en una mueca de payaso para alegrarle una mala noticia, como le gustaba cambiar de tanto en tanto los muebles de lugar par sentir que se renovaba y que lo renovaba con ella, como había cocinado para él un medallón de carne exquisito, preparando hasta las servilletas del color de su vestido rojo para decirle que nunca lo olvidaría y que acaso no seria el rojo lo que prenda fuego su casa sino el olvido de la sartén mientras la archivista buscaba, mientras el hombre esperaba solo y moría sin la imagen que había reconstruido pero para qué si su sonrisa seguía estando tan fresca cerca de él. Sin foto pero con sus manos que hablaban mas que su boca y su ronquido dulce que se filtraba en sus oídos mientras él dejaba caer su diario en la infinita noche. 

samedi 30 juillet 2011

bici by night

Volver en bicicleta en la noche descubiriendo con cada pedaleada una maqueta silenciosa, espejito de la cancion que tarareamos contentos. Dejar que el corazòn vaya por delante y que elija las calles. Que se lance y tome otra vez el volante después de haber desvariado un rato y haberse perdido como un tonto en una ciudad sin sentido, que habia dibujado y que habian dibujado para él. Dejarse acariciar por una, dos estrellas. Saludar con la mirada la gente que vuelve sola a casa, o acompañada. Pedalear con la agradable sensacion de saber que viviré en otro lugar siempre, y que mi ùnica casa, alli donde descanse, serà ese movimiento perpetuo, el de volver a la noche tarareando alguna cancion bajo la luna.

mardi 26 juillet 2011

coeur jeune

No puedo evitar cargar mi valija roja, llenarla de libros, de aromas de medianoche, de luces de vuelta de borrachera a casa y del mismo camino andado y desandado durante años. De tus cartas, de tus tarjetas postales, de tus fotos, de tu sonrisa timida o salvaje, depende el año y el paìs que habites. Cargar el silencio de mi antiguo departamento, cargar un perro, una tormenta que se acerca o una palabra tuya que me cubriò de la tormenta de pulgas que me cayò encima, culpa de andar con gatos que a la noche son pardos, como todos los. Y no hace falta mucho esfuerzo para que. Tan solo me basta alzar la cabeza, tan solo un violin, un piano y ya estoy cargando la valija de boludeces tiradas. De esas que la gente tira por la ventana o que tan sòlo deja olvidadas en la calle, sin darse cuenta.
Pero la valija se me està poniento pesada. A veces no sé si es ella la que dirige mis pasos. A veces estoy obligado de evitar las calles de empedrado para poder transportarla pues no le gustan mas que las calles lisitas, por donde se rueda bien. Me gustaria poder al menos dejar algunas cartas en la playa, poder olvidar un gesto tuyo en un banco de uan plaza en Buenos Aires o que un pajaro lleno de colores se lleve nuestra foto para alimentar a sus pichones. Pero no puedo evitarlo, soy mi valija roja y tambien mi valija azul, la que espera vacia, como si no necesitase ni de ropa ni de cartas ni de la mano que puse encima de la tuya cuando te vi después de tanto tiempo, del otro lado del atlantico. Soy este equipaje cargado y sin cargar, el que le gusta andar por calles lisas y seguras y el que debe soportar empedrados que hubieran dejado sin cargamento a mas de uno.  Soy tus cartas, tus postales, tus fotos guardadas en un rincòn y las ganas de quemarlas también, y el cielo azul que me espera afuera, y el pajaro que me vio pasar cuando finalmente decidì deslizarme cuesta abajo sobre las dos valijas, sin frenos, sin guia y sin instrucciones, sintiendo el viento raudo susurrandome al oido: lucky you! lucky you!
Et c'est pour ça que je te remercie aussi,  petite toupie. 

dimanche 19 juin 2011

La isla

Se dice que se viene a la isla llorando y que llorando se parte de ella. Yo llegué a la isla escondiendo una lagrima entre mis papeles y tapando los huecos de mi barca con corchos de vinos y cervezas. Era necesario para ello beber bastante pues mi barca estaba repleta de agujeros y hacìa agua. Sin embargo, conseguì llegar a la isla sano y salvo y hasta me las arreglé para encontrar un pequeño mirador, dejar secar mis memorias y mis escritos de la lagrima incesante, y salir a recorrerla. Al final no fue la lagrima sino la eterna lluvia de la isla la que convirtiò mis escritos en un burdo charco de tinta. Pero sino hubiese sido por ella no hubiese podido comenzar a comprender que la isla no era solamente el lugar al que yo habia venido para destruir mis memorias: La isla era también un puerto, un paso obligado de una buena cantidad de viajeros que se habian dado cita tiempo atràs para encontrarse luego de alguna travesia peligrosa, en una ciudad alejada por las aguas y por sus incesantes lluvias. La isla era asì una suerte de posta, un lugar para reparar botes o para comprar otros nuevos, para redactar o descubrir nuevos mapas, para intercambiar leyendas con otros viajeros y advertirlos de las oscuras sombras que rondan en las profundidades de los mares aledaños.
La isla también estaba poblada de sirenas de esas que cantan y vuelven locos a los marineros. Algunas de ellas desafinaban y habia que abrazarlas por las noches para consolarlas. Siempre supe que yo habìa venido a la isla atraìdo por el canto de una de ellas, pues los cantos de las sirenas cuando se oyen a la lejanìa y en la noche no enloquecen sino que inspiran al viajero. Su dulce melodia (aunque desafinada) les atraviesa el corazòn y dibuja en su alma colores de otras tierras. Asi el viajero termina por abrir una botella de vino y dedicarse algunas noches de luna a escribirles a las sirenas una poesia por demàs incoherente.
...
Los años en la isla pasaron muy rapidamente. A ellos les debo el haber conocido a una buena cantidad de viajantes, piratas y marineros que se encontraban en la isla, algunos desde hacia años.  Los habìa que poseìan botes màs descuidados que el mìo aùn y hacìa falta màs que vino y cervezas para mantenerlos a flote. Otros eran dueños de barcos tan relucientes que la madera parecìa de oro y plata y enceguecìa a los peces mismos cuando se hacìan a la mar. De noche esos barcos guardaban la luz del sol en sus proas y la gente los llamaba "estrella de mar" o "ojos de viajero". Algunos se habian extraviado y habian navegado un gran tiempo a la deriva y venian seguramente a la isla a tomar consejo o armar algùn mapa que les dibujasen otros marineros.
Algunos de ellos partìan de la isla en el mismo bote, otros eran simplemente solitarios. Otros huìan de las sombras de las profundidades del mar y algunos, que juraban haberlos encontrado, habìan vendido y hasta quemado sus botes para no hacerse a la mar nunca màs y poder descansar en tierra firme el resto de sus dìas. Los otros viajeros los miraban entonces con desprecio y partìan ràpido en busca de la isla en la que ellos mismos quemarian sin saber su bote para siempre. 
Yo llegué escondiendo una lagrima entre mis papeles. La lluvia de la isla se encargò de disolverla y convirtiò mis letras dibujadas con precisiòn en una burda mancha de tinta. También fue en la isla que otros viajeros me ayudaron a reparar mi bote como yo el de ellos y ambos comprendimos asì porquè la isla deberia ser un lugar de paso obligado, una posta. Alli también adopté seres de mil colores que me seguirian bajo el agua y un pececito de sol que encontrò hogar en la proa de mi barca proclamàndose guia de mi pròximo viaje pues la noche en altamar solìa ser muy oscura. Me quedarà tan sòlo comenzar a dibujar poco a poco un nuevo mapa o dejar que mi pez de sol me guìe entre las olas. La hora de partir està cerca y mi bote, anclado en el muelle mas cercano, reluce orgulloso sus nuevas maderas y algùn que otro agujerito que se taparà en altamar, cuando el recuerdo de la isla, sus sirenas y sus viajeras despistadas venga a visitarme junto con la sombras que habitan en las profundidades del océano.   
No hay lagrima alguna entre mis papeles, y si acaso habrà nostalgia, serà aquella de encontrar lo que tengo delante.

lundi 13 juin 2011

voz

Dejar que una vos que viene desde dentro salga de lleno por la boca, los ojos y los agujeros de la nariz. Inclinar la cabeza lentamente, transformarme en violines, tubas, gaitas y trombones para dejar que un barrilete multicolor salga entero de mis tripas y trepe alto hasta el cielo, para estallar en un cardumen de formas gigantescas de millones de colores. Que cada nene se lleve una de esas formas, que esas formas los cuiden y le hablen chiquita y tiernamente como cuando sos mi vos. 
Tejer una sinfonia de chistes inutiles sin vos, momento serio en que las formas multicolores descienden sobre cada nene y los contemplan jugar en silencio. El nene le regalarà un dibujo hecho con su vos a la forma, la forma se alegrarà tanto que no podrà evitar resplandecer al sol bailando como loca sobre sus contornos y jugando a la equilibrista sobre la cabeza del nene, que harà mas y mas dibujos para que la forma brille. 
Dejar que mi vos se vaya a dormir, mirar el cielo y saberte cantando una melodia de pececitos bajo la ducha. Un pez se escapa por la ventana y va a dormirse en los ojos de una nena que pasa en ese momento por la calle. La nena le mostrarà parques, veredas rotas por las que caminarà por la tarde y le enseñarà a nadar en los espacios inmensos de sus pupilas oscuras. El pez olvidarà sus explicaciones y estarà feliz de pasearse en unos ojos curiosos, que deberàn recordar por él y mirar el mundo que la rodea con ansias.
Dejar que tu vos que viene de dentro vuelva a mì llena de luz de sol, que entre por mi boca, ojos y agujeros de la nariz, por las manos. Que se quede dormida en mi pecho y sueñe peces dibujados de millones de colores. Que teja una noche dulce bajo mis ojos y que cante un pedacito de luna, para el nene que dibuja y la nena que mira el mundo con ansias. 

dimanche 5 juin 2011

gatos

Hay gatos que lo siguen a uno de lejos, espiando desde la esquina o detràs de un àrbol. Alguna vez se acercan tìmidos a que los acariciemos y ante el menor movimiento brusco se alejan para mirarnos desde la sombra con desconfianza. 
Hay gatos que, al contrario, de tanto frotarse y maullar para pedir comida y caricias terminan siendo irritantes y hasta enfermizos. Nos llenan de pelos, nos hacen estornudar y hasta usar bigote postizo y anteojos cuando salimos a comprar el pan. Yo he hasta cambiado de direcciòn y telèfono para terminar huyendo finalmente  hacia paises inciertos, a salvo de cualquier gato que emita no serà mas que un misero maullido de hambre.
Hay gatos que nos lloran, que leen nuestras cartas y ocultan su cabecita peluda entre sus patas para no dejar caer sus lagrimas. El llanto de un gato se escucha por las noches y a kilométros de distancia. Es como un cuchillo que nos atraviesa y nos llena el pecho de certitudes inexactas. 
Hay gatos que aunque nos quieren nos clavan sus garras sin darse cuenta. Algunos lo hacen simplemente jugando, no es que sean malos, simplemente no se dan cuenta que nuestro corazòn no es un ovillo de lana. Otros lo hacen porque nos han seguido tanto que no conocen otra sombra. Y se aferran a nuestros zapatos lastimosamente provocando lo que la gente suele llamar "tener pie de gato" que es tener un pie hundido en un pasado peludo y ronroneante que no nos deja caminar. 
Yo partì de mi pais huyendo de los gatos y de sus caprichos de ausencia o de su persistencia mortal. Me cambié de nombre, de color de pelo y hasta de nariz para ser otro y no dejarme reconocer por felino alguno. Pero no se puede escapar de esos bichos, cualquier artimaña es inùtil: hoy estoy rodeado de gatos; Los caprichosos, los irritantes y los que juegan con mi ovillo de lana (no es que sean malos, simplemente no se dan cuenta). 
Tendré que partir otra vez, cambiar de direcciòn, de apariencia y volar hacia algun paìs incierto, donde ningùn gato pueda acercarse al pececito rojo que llevo entre las manos. Ni los caprichosos, ni los que nos lloran, ni los que nos huyen ni los que claven garras de cualquier ìndole. 


mercredi 11 mai 2011

con otros ojos

Hace un rato ya que me me fuiste quitando mis ojos, que los fuiste cambiando de lugar. Con una caricia y con el dedo indice aprovechaste para quedarte con mi ojo derecho, el que enseguida agarra confianza, se desprende rapidamente y va a acurrucarse en tu cuello para guardar tu perfume en un frasquito timido que esconderà en su retina. Soñarà frases de nena que pregunta porqués y que quiere averiguar de qué està hecho el mundo, soñarà distancias atravesadas por tu sonrisa y silencios que se quedaron en su retina, con tu perfume, con mi ojo derecho que aùn extraño y sé que no me devolveras, porque asi sos vos, nena que guarda los recuerdos en el fondo de un cajon y que el sol todavia no ha terminado de quemarlos. 

jeudi 7 avril 2011

the passenger

I am The Passenger
And I ride and I ride
I ride through the city's backside
I see the stars come out of the sky
Yeah, there bright in a hollow sky
You know it looks so good tonight
I am 
The Passenger
I stay under glass
I look through my window so bright
I see the stars come out tonight
I see the bright and hollow sky
Over the citys a rip in the sky
And everything looks good tonight
Singin la la la la la-la-la la

Iggy Pop



samedi 2 avril 2011

cancion de flor desnuda

Después de dìas y dìas de marcha hemos llegado al borde del abismo. Hambrientos, cansados,hartos de luchar contra este frìo glacial que nos cala los huesos, caemos de rodillas ante lo que se hiergue delante nuestro. No es tanto la belleza horrenda del abismo lo que nos ciega  sino la flor que lo custodia. 
Nos acercamos, no sin miedo pues sabemos de los peligros que nos acechan. Algunos describen esa flor como una verdadera planta carnivora que devora todo aquello que se le pusiese al paso: pàjaros, bestias, e incluso hombres. Se dice también que los indigenas de la regiòn le rinden culto con un tributo mensual de corazones que ella deshace en pedazos con gusto. Incluso se ha llegado a hablar en los libros de una fiera azul que ronda por las noches al borde del abismo aullando en busca de presas de las cuàles alimentarse. Demonio azul, fiera desatada, flor salvaje: los dichos y las descripciones se contradecìan dependiendo del frio y las circunstancias en las que diversos aventureros habrian llegado hasta aquèl inhòspito pàramo.
Nos acercamos, tìmidamente primero, vigilando los movimientos de la flor. El viento ruge con fuerza y amenaza a cada momento con arrojarnos a las fauces del abismo. Hay que aferrarse con los dedos de los pies al suelo helado, avanzar a duras penas. Ni siquiera me dì cuenta cuando dos de nuestros compañeros deslizaron con un alarido al vacìo. Ni cuando el guia de la expediciòn me dirigiò una mirada desesperada mientras el viento lo arrastraba lejos. La flor azul estaba delante y sòlo habia un camino para tomarla, depositarla en un precioso muestrario y asi poder exhibirla en todos los museos del mundo. La flor rara, ùnica, la bestia inalcanzable, la devoradora de almas. El viento implacable me mordia la frente, las mejillas, sus gritos me helaban los huesos. Y yo te tenìa delante mio, mancha azul. 
Y yo te tenìa delante mìo y no te tomé entre mis manos, pero me tumbé a tu lado a cantarte una canciòn tonta. La de las flores al borde del precipio, la de las decisiones insensatas. La decisiòn tonta de ir a buscarte después de dias y dias de marcha. Y saber que, pese a las advertencias, y las amenazas la belleza residia en eso, en ir a buscar una flor azul abandonada al borde de un abismo. Las decisiones finales no existen, el equipaje que me acompañaba no ha muerto, no habia precipicio sino una bruma feroz alrededor nuestro que no nos dejaba ver...El abismo era leyenda y tu ferocidad también. 
Terminé de cantarte la canciòn.Dibujé una flor celeste a tu lado para que te haga compañia y fui en busca de mi equipo a contarles que siempre habria flores al borde de los precipicios, que siempre tendriamos miedo de caer en ellos y que en nosotros quedaba ir a buscarlas o leer en los libros que miles de exploradores se habian arriesgado y habian muerto en el intento. 



mardi 22 mars 2011

dibujar

Acaso sòlo era un pretexto para fijarla en un espacio de tiempo, tomarla entre las alas y disecarla como una mariposa. Recorrerla, beberla con el lapiz como se bebe una copa de vino càlido y dejar que las gotas caigan poco a poco sobre el papel. Si rehacerla en un dibujo era reflejar con exactitud cada palmo de su cuerpo, eso queria decir que, de alguna manera, recorrerla era conocerla, con el grafito, con los dedos, con una lenta mirada que se demoraba en la rectilinea marca de su espalda. Si pretender plasmar sus gestos, su pose estàtica durante 2, 4 o 6 minutos en los que de a ratos se dormia, en los que seguramente reflexionaba a la lista de compras, a algun dêgat de eaux o al hecho que el sol salìa y se ponìa todos los dias sobre una lenta configuraciòn de ausencias era pretender siquiera conocerla, conocerla porque se recorre no sea mas que un gesto, entonces sì. Entonces te habràs disgregado en cienmil pedazos de tiempo porque no sòlo yo sino cada uno de nosotros te habrà observado, recorrido y disecado mientras apoyas la cabeza sobre tu hombro, cierras tus ojos y dejas que por 7 euros nos llevemos un pedacito tuyo, 2, 4, 6 minutos de Eleonora, de un gesto, de un escorzo ausente. 

samedi 26 février 2011

Al sur de toi

Al sur de toi estàs vos, tan chiquita, tan bonita y tan secreta que me instalaria toda una noche para cantarte  mi canciòn de manos y de frases tontas hilbanadas en la penumbra. A dibujarte con mis dedos, construirte, imaginarte y reconstruir la bahia secreta que descansa entre las rocas, detràs de la montaña enorme de palabras que me esgrimiste en la cara cuando ya seguramente intuias que algùn dia me instalaria, al menos un momento, al sur de toi.
No sé cuànto voy a quedarme, pero dejame construirte un castillito de arena rosada o al menos escribirte un verso mojado en la espuma. Qué importa si hay olas en el mar que destruyan versos y castillos, qué importa puesto que estàs vos ahi, de espaldas, tan chiquita, tan bonita y secreta y que yo tan sòlo deberé instalarme un momento para quedarme dormido y soñar mariposas y cielos azules, desprolijidades deliciosas que sòlo pueden existir al sur de toi.

lundi 21 février 2011

sin tu mùsica.

Llegò a nado. Sobre la playa habia un viejo piano abandonado cuyas teclas estaban ya marchitas por el sol. Y aunque el piano se caìa a pedazos se sentò en la banqueta llena de herrumbre y ejecutò una melodia ùnica. Una a una cayeron las notas sobre la arena, una a una cayeron las gotas de lluvia sobre el piano. Y de sus teclas brotaron tallos, hojitas verdes, una flor, y de repente era un àrbol que creciò enorme trepando hambriento hacia el cielo. Sus ramas se agitaron al viento y cantaba sòlo y sin ayuda la bravura del mar y de la espuma que bañaba sus pies.
Partiò también a nado, su largo pelo envuelto en peces. Otros pianos estarian esperando seguramente en algùn rincòn del mar.


mardi 15 février 2011

ñ

Después de agnos y agnos de evitarte, de reemplazarte con un artilugio que no hacia màs que segnalarme tu presencia, apareciste como de entre la nada, querida ñ.
Te recomendaste vos solita, me pediste que te escriba, que deje de ignorarte, que te saque del fondo del cajòn donde duerme el rio ancho y dorado que me vio crecer, donde se esconden los terrenos baldios a la vuelta de la esquina y la radio tramitando el partido de futbol un domingo blanco de sol.
Sin saber que te agnoraba me dije a mi mismo que era tonto, que estaba bien asi, que eras una letra perdida en una de esas calles que dejé de recorrer y a las que seguramente sòlo volveré en mi memoria o en suegnos. Me segnalé  que el ùnico camino era hacia adelante y que tus elegantes piernas de alfabeto no debian distraerme ni tentar mis dedos fébriles. Pero te impusiste poco a poco y desordenaste mis cajones de ficheros, armaste un quilombo enorme entre mis calles, te colgaste de un pajarito que pasaba por casualidad y distribuiste acentos de egne alli donde un francés prosaico habia impuesto a la fuerza una circunflexiòn. Guerrera y tenaz, con tu sensual inteligencia susurraste por las noches un monòlogo de arañas tiernas desaliñadas, montañas de ojos inescudriñables, risueñas caricias de sal reñidas por niños huraños de esperar anõs una garapiñada, rebaños ensañados conmigo señorilmente señalado, señorilemente señalàndote mientras te acurrucabas en mi oreja sin plañidos, sin mas refunfuñamientos y soñabas vos también que yo te escribìa, modélandote con mis manos, rescatandote de un cajon de calles que ya ni en sueños. Porque aunque siempre seas diferente  ahora sé que vendràs en mis noches de letras negras, cuando no podré casi ni adivinarte entre mis manos. Y vos, delgada, sensual,  sinuosamente acentuada, sabràs como acurrucarte entre dos palabras, cubrirte con una sintaxis y yo te miraré dormir como una niña. 

lundi 14 février 2011

14

No olvidar: Comprar hilo sisal urgente y 40 kilos de estopa, cabello rubio y si es posible recién cortado, dos bonitas piedras lapis lazuli o de opalo y por si acaso un ramo de flores. La comida estarà lista antes que puedas siquiera emitir un quejido de hambre o haberte manchado la estopa con vino. Las flores en su lugar, el sol en el punto justo, la estrella esperando salir. Te juro que hasta voy a anotarte las instrucciones en hojas doradas y rellenarte con ellas el hueco en el que deberia ir tu corazòn. No te espantes, va a ser todo tan simple y perfecto, sobre todo perfecto. Lo ùnico que tenés que hacer es mirar a través de la ventana el sol que se viste de àrbol desnudo. El laspis lazuli harà el resto y hasta puede que aùn llegue a contemplar el guiño de la estrella en tus ojos tiesos que no son ojos sino lapis lazuli, claro (u opalo, pero el opalo es tan mar, tan secreta, lejana e impredecible). Yo me arrodillaré a tu lado para acariciar el magnifico pelo recién comprado y te ofreceré un ramo de rosas rojas como lo que deberia haber sido tu corazòn sino fuera por que el color de las hojas en las que escribi las instrucciones es mas bien dorado, como los engranajes, como el cuadrante de mi reloj roto, que junto con las instrucciones rellena el hueco de. Tan sòlo tenés que sostener mi mano en el momento justo, ni siquiera te pido que emitas un sonido, que digas una frase de màs o un gesto de menos. El sol no se detiene y hay que mirar hacia la ventana, acaparar  ese ultimo rayo para devolvérmelo con tus ojos piedra, los que fabriqué incansablemente el dia que mi reloj se detuvo en mi muñeca y poco a poco dejò de funcionar. 

mercredi 9 février 2011

tomorrowland

Los vì desde el mar, un padre y su hijo sentados en la playa, mirandònos, mirando el espectaculo de un par de locos intentando deslizar sobre las olas con una tabla. El dia estaba hermoso, un sol inexplicable en un limpido cielo azul de febrero. 
El padre por ahi lo habria llevado al nene a la playa a caminar, y por ahi se detuvieron a mirarnos un momento. El nene estaria seguramente atraido por los locos en el agua intentando deslizar sobre las olas. El padre lo habria tomado entre sus brazos sentadolo delante de él para mirarnos mejor. Era esa la diferencia: detenerse y dejar que el tiempo pase aunque quizàs hubiese que llegar a la casa temprano para preparar la comida y ordenar, o pagar algùn impuesto o enviarte una carta. O quizàs no habria nada de eso pero al fin y al cabo el padre podria haber decidido tironear suavemente y decir ahora no, que es tarde, que hay que llegar a casa, que hay. Pero no, detenerse en la playa sin importar lo que habia que hacer tan sòlo para que el nene mirase los locos en el agua deslizar sobre las olas. Y eso hacia sonreir al nene con una sonrisa tan clara y tan limpia y un levantar las manitos señalando quién sabe qué, algo que parecia un loco en el agua fria y que importaba, si acaso aquello parecia la felicidad en la playa, bajo un sol inexplicable buscando algo que se nos iba a los dos, el pescadito inalcanzable bajo el agua, el cielo limpido y tu voz susurrandome desde la oscuridad. La corriente que me arrastra y me lleva otra vez a deslizar sobre la ola, mientras te vas de la mano del padre en la playa, mientras sonrìes y nos señalas aùn con el dedo, saludandonos con tu manita,  queriendo estar donde estoy yo, entre las olas.

mercredi 2 février 2011

mes mains

Mis manos se ponen viejas. Mas bien crecen ,mas bien se le notan las venas. Estoy feliz de ver que alli donde antes habia bosques y praderas ahora crecen pergaminos. Mapas de lo que han hecho, nortes, sures, tantos caminos para trazar, tantos otros donde mi silueta se dibuja vertical y cortante....Buscando, aùn buscando pececito rojo sin fondo, espejo interminable en donde te escondes, tan distante, tan lejana, tan inalcanzable. Alli onde mis manos te dibujan, pergamino, mapa ilisible, mis venas trazando el camino y vos que te vas, lejoslejana, interminable pececito de sueño, temprana para siemprelejos, hojita de mar, cancion de nube.

lundi 31 janvier 2011

du soleil dans le coeur

Me gusta respirar el sol que se cuela entre los arboles mientras camino por el jardin Vauban. Me gusta beberlo con algo que se parece a mis ojos pero que en realidad son dos manos abiertas hacia arriba. Es tàn facil sentirse ridìculo con dos ojos que son dos manos abiertas para arriba. 
Me gusta sentir que viene de a poco y que me inunda por dentro, me riega,  me acaricia y se me sale por los poros. Desborda de mis narices un pàjaro azul que habia quedado aplastado dentro de un libro: una maragna de palabras indomables lo habian ido acorralando durante agnos.  
Una palabra es claro, una cosa insignificante, un bicho tan bueno y trabajador. Pero basta con que dejen de caminar una detràs de otra, tan obedientes y sumisas para que el mundo se venga abajo. Basta que falte la hojita que devolverà a la palabra trabajadora su satisfacciòn de la llegada a casa trabajo acomplido, para que un nido de patas negras se derrame sobre la calle, arrase con mujeres, nignos, ancianos y arrastre tu vieja foto hacia un rio turbio de alimagnas dispuestas a saltarme al cuello, a reclamarme, a instalarse delante de mis ojos e instaurar su reino de hegemonia gris.  
Por eso me gusta sentir que viene de a poco, porque las palabras se han calmado. Duermen en mis bolsillos o en la solapa de mi camisa. Suegnan que comen de alguna tristeza lejana, de las noche que las despierta y las deja andar un poco por ahi, remolonas. Suegnan que ya no acorralan al pàjaro azul que desborda por mis narices, que viene de a poco y me acaricia suavemente con su cancion de nube. 
Se han instalado comodamente dentro del libro, una detràs de otra sobre su pagina. 
Y el pàjaro azul las mira con recelo.


El peludo


Espere que aùn no se ha iniciado la caceria al peludo. Solo restan unos minutos y el peludo saldrà de su cueva . Ahi està. Ahora si, apunte delicadamente y procurre no errar, un peludo no es un bicho que se anda con muchas vueltas. Conviene matarlo de un tiro apenas aparece.No mas usted le erra y el peludo ya se le vino encima trayendo bajo el brazo su maraña de preguntas peludas, recuerdos peludos guardados en el ultimo cajòn y migajas de sentimentalismos peludamente enredados que se le acumularan cada mañana, cuando usted ya no se acuerde de ese horrible encuentro con el peludo, la noche en que irremediablemente bajò su arma.   

a modo de

Este es el tipo de blog que no tiene casi razòn de ser. Aclaro: No es el tipo de blog en el que voy a contar mi dia a dia, ni el que muestro cosas interesantes de otros blogs o en el que doy recetas de cocina. No es nisiquiera un blog de poesia o escritos inspiradisimamente geniales pero si narrativamente superfluos y hasta pretenciosamente innecesarios. Prometo, eso sì, que habrà mas de una falta de ortografìa (le echaré la culpa a mi teclado sin acentos ni enies, o egnes, o egnies), que habrà mas de una palabra innecesaria y varias inventadas. De mì, en suma.
No es un blog que espera lector alguno, en definitiva. Y si lo espera lo hace sentadido en un banco de andén, obediente, leyendose y sacando sus viejas palabras apolilladas de un cajòn, a que tomen sol y a que se mojen bajo la lluvia. A mi blog no le gustan las polillas, ni el olor a humedad, ni las cartas rancias de fondo de cajòn.
Pero es inevitable, sì le gustan los lectores. Y si llega alguno, lo recibirà, contento, moviendo la cola.