lundi 31 janvier 2011

du soleil dans le coeur

Me gusta respirar el sol que se cuela entre los arboles mientras camino por el jardin Vauban. Me gusta beberlo con algo que se parece a mis ojos pero que en realidad son dos manos abiertas hacia arriba. Es tàn facil sentirse ridìculo con dos ojos que son dos manos abiertas para arriba. 
Me gusta sentir que viene de a poco y que me inunda por dentro, me riega,  me acaricia y se me sale por los poros. Desborda de mis narices un pàjaro azul que habia quedado aplastado dentro de un libro: una maragna de palabras indomables lo habian ido acorralando durante agnos.  
Una palabra es claro, una cosa insignificante, un bicho tan bueno y trabajador. Pero basta con que dejen de caminar una detràs de otra, tan obedientes y sumisas para que el mundo se venga abajo. Basta que falte la hojita que devolverà a la palabra trabajadora su satisfacciòn de la llegada a casa trabajo acomplido, para que un nido de patas negras se derrame sobre la calle, arrase con mujeres, nignos, ancianos y arrastre tu vieja foto hacia un rio turbio de alimagnas dispuestas a saltarme al cuello, a reclamarme, a instalarse delante de mis ojos e instaurar su reino de hegemonia gris.  
Por eso me gusta sentir que viene de a poco, porque las palabras se han calmado. Duermen en mis bolsillos o en la solapa de mi camisa. Suegnan que comen de alguna tristeza lejana, de las noche que las despierta y las deja andar un poco por ahi, remolonas. Suegnan que ya no acorralan al pàjaro azul que desborda por mis narices, que viene de a poco y me acaricia suavemente con su cancion de nube. 
Se han instalado comodamente dentro del libro, una detràs de otra sobre su pagina. 
Y el pàjaro azul las mira con recelo.


El peludo


Espere que aùn no se ha iniciado la caceria al peludo. Solo restan unos minutos y el peludo saldrà de su cueva . Ahi està. Ahora si, apunte delicadamente y procurre no errar, un peludo no es un bicho que se anda con muchas vueltas. Conviene matarlo de un tiro apenas aparece.No mas usted le erra y el peludo ya se le vino encima trayendo bajo el brazo su maraña de preguntas peludas, recuerdos peludos guardados en el ultimo cajòn y migajas de sentimentalismos peludamente enredados que se le acumularan cada mañana, cuando usted ya no se acuerde de ese horrible encuentro con el peludo, la noche en que irremediablemente bajò su arma.   

a modo de

Este es el tipo de blog que no tiene casi razòn de ser. Aclaro: No es el tipo de blog en el que voy a contar mi dia a dia, ni el que muestro cosas interesantes de otros blogs o en el que doy recetas de cocina. No es nisiquiera un blog de poesia o escritos inspiradisimamente geniales pero si narrativamente superfluos y hasta pretenciosamente innecesarios. Prometo, eso sì, que habrà mas de una falta de ortografìa (le echaré la culpa a mi teclado sin acentos ni enies, o egnes, o egnies), que habrà mas de una palabra innecesaria y varias inventadas. De mì, en suma.
No es un blog que espera lector alguno, en definitiva. Y si lo espera lo hace sentadido en un banco de andén, obediente, leyendose y sacando sus viejas palabras apolilladas de un cajòn, a que tomen sol y a que se mojen bajo la lluvia. A mi blog no le gustan las polillas, ni el olor a humedad, ni las cartas rancias de fondo de cajòn.
Pero es inevitable, sì le gustan los lectores. Y si llega alguno, lo recibirà, contento, moviendo la cola.